domingo, 6 de diciembre de 2009

Elecciones en Chile

En París, todos los especialistas tratan de dilucidar lo que va a suceder la próxima semana, durante las elecciones Presidenciales en Chile. Algunos se maravillan con el fenómeno de MEO (Marco Enríquez-Ominami), mientras que otros anuncian el fin de la era concertacionista. Por mi parte, incapacitada a votar por mi candidato, sólo por encontrarme a miles de kilómetros de distancia, los observo.

De partida, es necesario hablar del fenómeno MEO, personaje que reencarna muchas posturas políticas y finalmente no representa mucho más que el concepto "díscolo": nacido en el exilio, hijo de un ícono revolucionario del MIR, el cineasta divorciado de las ideas socialistas y casado con la social democracia y el rating televisivo, propone ofertones baratos para los jóvenes apolíticos de la sociedad chilena y a uno que otro actorcillo de telenovelas. Meo es un fenómeno televisivo, un fenómeno mediático, que ha sido creado por los medios de comunicación - que en nuestro país son propiedad de la derecha - que vio en él la posibilidad de dividir a la Concertación y quebrar el eje "izquierda-derecha". El "díscolo" de Meo no sería lo que es hoy, si los altos mandos de la Concertación lo hubieran incluído en las votaciones internas para decidir el candidato del grupo. Sin embargo, Meo es el personaje que le vino a poner un poco de entretención al debate presidencial y a poner en jaque el status quo de la transición democrática chilena.

Puesto que entre Eduardo Frei - el ex Presidente de la República que ha sido uno de los presidentes peor evaluados de la Concertación y uno de los con menor carisma y labia política - y Piñera, que nos propone una reinvención del neoliberalismo y mucha mano dura, los chilenos no tenemos mucha elección.

Afortunadamente existe un candidato que si tiene cordura, inteligencia e ideas para generar un verdadero proyecto de país, ese candidato se llama Arrate y desgraciadamente no representa más que un 5% de los electores. Sin embargo, Arrate vino a decir aquello que no quería hablarse, los temas que molestan y que crean discordia, porque en Chile cuesta discutir ideas y hablar los temas de frente. Como decía el otro día en la Maison de l'Amérique Latine, el profesor Georges Couffignal, Chile es la sociedad más conservadora e hipócrita de América Latina.

Por mi parte creo que nuestra sociedad tiene muchos errores, pero al menos las malas experiencias nos han enseñado el significado de ciertas instituciones, por lo cual creo que los resultados no serán nefastos...

Veremos a quien eligen los chilenos este próximo domingo (aunque aún nos falta la segunda vuelta).



Un poco de la Franja Presidencial en Chile:

Opción 1: Jorge Arrate
Juntos Podemos Más



Opción 2: Marco Enríquez Ominami
Nueva Mayoría para Chile



Opción 3: Sebastián Piñera
Coalisión por el cambio



Opción 4: Eduardo Frei
Concertación de Partidos por la Democracia



Links de los candidatos:

www.arratepresidente.cl
www.marco2010.cl
www.efrei.cl
www.pinera2010.cl

8 comentarios:

  1. A nadie le gusta que le digan a la cara las verdades que no quiere escuchar. Y el pueblo aunque esté de acuerdo con esas verdades tiene miedo a que se pueda producir una revolución, por muy democrática que sea por todo lo que ello implica.

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  2. Me representaste bastante con lo que escribiste en tu entrada.
    Enriquez-Ominami apunta a no tener ligaduras políticas con nadie y lo que resulta es un tipo desarmado que no tiene realmente un programa ni ideas políticas claras. Es más que nada show y luces, hablar rápido, parecer impetuoso, usar su "juventud" como argumento decisivo para intentar convencer. Mucho ruido, pocas nueces. Mucho alboroto, pocas ideas y visiones.

    Piñera no puede, ni creo que pueda algún día, ocultar la evidente sed de poder que le desfigura el rostro. Plantea ayudar a los desposeídos a la vez que es el estandarte del llamado neoliberalismo. En su discurso pre-fabricado (en cierta medida todos lo son, pero a éste se le notan las grietas) me parece oir un "ayudemos a los enfermos acelerando su muerte". Simplemente no se puede beneficiar a los trabajadores, a los más humildes, a los desposeídos abogando por un sistema económico que justamente se basa en saquearlos. Su soberbia también es digna de mención. En más de una oportunidad en debates y entrevistas ha demostrado ignorancia frente a hechos y datos que se le muestran. Al descubrirse que no sabe de lo que se habla o que maneja datos evidentemente erróneos él simplemente niega tales datos y hechos, quizás intentado dejar como mentiroso al o la periodista que lo interroga.

    Frei parece una versión suavizada de Piñera en cuanto a política. Pero así como la concertación, no es más que derecha que se hace pasar por izquierda aunque parece ser que cada vez le da menos vergüenza asumir su real postura. En los debates ha sido, por lejos, el de peor desempeño. Pareciese tener cierta confianza ciega en su supuesto triunfo. No parece haberse preparado para ninguna pregunta y responde por responder. Muy ejemplificador resulta el hecho de que cuando le preguntaron sobre nuevas políticas frente a la calidad de vida de la mujer, él se remitió a decir que continuarían lo hecho por la presidenta Bachelet. La periodista le insiste en la pregunta y él, más nervioso y algo enojado, vuelve a decir que continuarán lo hecho por "la bachelet" (ya no la llama presidenta como lo hizo las veces anteriores en que se refirió a ella). Todo esto es una muestra de la gran estrategia que Frei ocupa en su franja: colgarse de la asombroso popularidad de Bachelet, que hasta hace poco llegaba al 80% de aprobación. No tiene mucho más que hacer. No estuvo ni cerca de ser un buen presidente. Y en lo personal siempre recordaré su postura frente a la detención de Pinochet en Londres.

    Por último, coincido en que Arrate es el único que efectivamente tiene un programa aplicable que apunta al bienestar de más de unos pocos. Si alguno se interesa por el pueblo trabajador, es él. Tampoco creo que sea una especie de héroe perfecto que lo arreglará todo, pero al menos con él está la posibilidad real de la justicia social tan, tan escasa en esta tierra sureña. Se nota que piensa, se nota que quiere, y aun con los defectos que desde luego tiene, me parece, por lejos, la mejor opción.

    Un gusto leerte, Maga de las ciudades luminosas. Qué bueno que aún te intereres por estos lugares y sus realidades sociales. ¡Cuidate!

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  3. Muy de acuerdo contigo Núria!
    y Santiago, que bueno que tengamos ideas parecidas, ojalá que lo que se anuncia este domingo sean noticias más buenas que malas..
    y siempre seguiré interesándome por mi país aunque esté en China, Siberia o Singapur.
    saludos!

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  4. Gracias por tu comentario(:

    He hechado un vistazo a tu blog y tu historia me parece interesante.

    Nada, ire pasando!

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  5. Y Arrate, con todo su discurso de izquierda, llama a votar por Frei. A mí juicio me parece que eso es expresivo de lo testimonial de su candidatura, y lo poco real que tiene. En el fondo, hace falta una verdadera candidatura de izquierda, obrera, que cuestione a los patrones hasta el final, y no concilie en ningún sentido con ellos.

    Saludos muchacha

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  6. Tienes razón. Me decepcionó el afán aliancista de Arrate. Debió haberse mantenido alejado, en todo momento y frente a cualquier panorama, de la concertación.

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  7. A mí Arrate no me decepciona, la intransigencia política no lleva a ninguna parte y al menos, con el poco poder y representación política Arrate intentó negociar algunas de las demandas históricas de la izquierda. Mientras más inflexibles han sido históricamente, menos logros han tenido. Al menos hoy tenemos 3 candidatos de una izquierda real, y eso se logra negociando.
    Saludos

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  8. Creo que ese es el asunto, qué tan real es esa izquierda, qué tan izquierda es esa izquierda. Me parece que mientras más flexible se es, mientras más de esos acuerdos se logran menos izquierda se es porque, justamente, se empieza a tomar ideas de lo que no es izquierda. Demasiadas veces los acuerdos anulan las ideas obreras, demasiadas veces llevan a la izquierda al otro lado del espectro político, o en su defecto a lo que llaman "centro". En lo que respecta a política, prefiero las cosas un poco más... no sé, decididas, más directas, sin tantas negociaciones que se me hacen tan, tan frías. Y bueno, otras cosas que después te las comento, tengo que salir.

    Saludos! Ah! y qué bueno que no tengamos ideas tan parecidas, no? cuídate!

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