Un poco de Nantes

Después de una semana muy intensa: con alegrías, descubrimientos y desilusiones, me fui a Nantes, esa ciudad del noroeste francés que se ha hecho famosa por ilustres ciudadanos como Jules Verne y la pequeña gigante. Nantes tiene menos de 300 mil habitantes y todos los años atrae muchos turistas por sus castillos, por haber sido parte de la bretaña y por su maravillosa catedral. 

La ciudad de Nantes, con su clima gris y lluvioso no deja de desencantarnos, quizás sean sus callecitas medievales o la buena onda de sus habitantes, pero al tomar un café en una de sus callejuelas uno ya se siente parte de ahí... al menos yo.

Esta ciudad universitaria no está lejos de París, sólo a 2 horas en TGV (el tren rápido francés) y en un fin de semana se pueden visitar las máquinas de la isla (grandes maquinas como la pequeña gigante o con forma de moluscos y peces o elefantes, que despliegan sus movimientos a gusto del visitante) instaladas en un museo de la compañía de teatro Royal de Luxe, y que se preparan para la gran exposición de 2012 donde serán parte de un carrusel gigante y un árbol enorme, donde las personas podrán caminar en sus ramas.

Otra cosa interesante que tiene la ciudad de Nantes es su castillo medieval rodeado de agua e iluminado con colores durante la noche. Del mismo modo, el museo de Bellas Artes y su exposición permanente no tienen nada que envidiarle a otras ciudades francesas del mismo tamaño. Este museo cuenta con obras de Monet, Picasso, Kandinsky y Chagall, entre otros artistas.

 

Elefante de la compañía de teatro Royal de Luxe

[Jean Auguste Dominique Ingres, Madame de Senonnes, 1814, huile sur toile, Musée des beaux-arts de Nantes]