Cuando escribí sobre la "maldad" o la "malicia" no me esperaba tanta polémica. Si bien es cierto que la historia que escribí con respecto a la infidelidad y a aprovechar los momentos, referían a la "maldad" o la "malicia". No quería decir que eso fuera precisamente la "maldad" o la "malicia", sino más bien que era ahí donde comenzaban o por lo menos ahí comenzaron para mí...
Quería escribir sobre la maldad, porque veo esa maldad cada día, en pequeñas cosas, pequeñas manipulaciones, pequeñas maneras de robar la energía a los otros o desestabilizarlos. Maldad para mí es cuando se engaña al otro, cuando se le miente, cuando se manipulan situaciones, cuando se deja al otro en la incertidumbre, en la espera, en la pausa. Son cosas de todos los días, y de un día a otro pasamos de lado de la balanza, pero ¿dónde empieza y dónde termina esa pequeña maldad? ¿Cuándo nos preocupamos por nosotros y cuándo empezamos a ser egoístas? Pienso que el egoísmo comienza en cuando no somos sinceros con el otro, en el momento mismo que nos deja de importar lo que ese que está a nuestro lado va a sentir... como cuando el Srcuadrado comienza a decirme que pronto me vaya a dormir a su casa, pero al mismo tiempo me refriega en la cara que no quiere estar conmigo y que sólo quiere ser mi amigo. Un asco de situación, pero esa es otra historia.